miércoles

¿Es callar acaso la mejor manera de decir las cosas?



Tal vez este silencio que se extiende entre nosotros dice más que mil palabras, pues para que sepas lo que siento, no tengo necesariamente que hablar. Mis silencios no son vacios en la conversación, es la misma conversación en otro lenguaje, cuando calle mi boca, fíjate en mis ojos, cuando mi voz enmudezca lee mis manos, cuando cierre mis ojos, lee mis palabras a través de mis caricias en tu piel.

martes

Oye Oye Tú Tú


Oye Oye Tú Tú
Cargado originalmente por snooprave
Una pálida mañana, una taza de café. Tensa calma después de una tormentosa noche, el ambiente cual calma superficie liquida yace tenso dispuesto a quebrarse en cualquier momento, la tempestad siempre presta a volver. Delicado equilibrio. Sin embargo, contra toda lógica, no me siento en peligro, no me veo en cuerda floja, estoy calmo y distendido, tranquilo, como música suave, disfrutando esta frágil paz que viene después de la batalla, dispuesto a volver a pelear si es necesario tan solo por la recompensa que me ofrece esta falsa tregua, por esta efímera paz, por este vacío en el tiempo de matar. Cada noche libro una batalla, en ocasiones son cortas escaramuzas, pequeños tropiezos. Otras son largas e intensas contiendas que me llevan a desesperar y me empeño en nadar contra corriente hasta que finalmente mis extenuados músculos ceden al asedio inclemente de las turbias aguas y me ahogo, me hundo, pierdo para luego caer en cuenta de que solo remaba en el aire inútilmente. Más no existe peor, ni más sangrienta y cruel reyerta que la que viene en intermitentes y silenciosas dosis, aquella que se camufla bajo pensamientos de que ya lo peor pasó, aquella que me hace pensar en la victoria y que luego me apuñala por la espalda exigiendo la revancha, esa batalla que puede durar días, que pide más y más de mí, que nunca cesará hasta que haga y deje de pensar.

¿Quién lo iba a decir?




Cuando en aquel rio te miré a los ojos, cobraron sentido para mí miles de palabras, miles de oraciones, pensamientos, sueños e ideas. De pronto todo eso que había creado adquirió su molde preciso, el molde de tu mirada y miles de preguntas obtuvieron respuesta en lo fresco de tu sonrisa. En tu rostro pude ver mi nostalgia, pude leer mis anhelos, pude observar mis sueños más locos y los mas cuerdos. Me resumiste mi universo de locuras, de utopías, de imposibles solamente con una sonrisa a medias, tu rostro brilló durante un segundo solo para mí. Anoche hubo un momento en el que tuve total certeza de que tú eres mi musa. No pude evitar quedarme pasmado ante tan increíble revelación, por momentos me quedé en blanco, solo tratando de asimilar el impacto, en un segundo pasaron millones de años de fantasías y cuentos por mi cabeza y al siguiente instante estaba persiguiéndote, dispuesto a no dejarte ir, con el corazón en la garganta, pensando cómo hablarte, como raptarte y convertirte en letras, como vestirte de oraciones y frases acordes a tu belleza… Trabajo en eso…

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